lunes, 1 de agosto de 2011

Lo que el Metropolitano da a conocer acerca de los peruanos


Cualquier día útil de la semana, 7 a.m. Me encuentro en la Estación Central del Metropolitano -el servicio de buses más moderno de nuestra capital-, a la espera del Expreso Nº02 -el más rápido de todos- que me permitirá hacer el 90% del recorrido que separa a mi domicilio de la institución en la que trabajo.

Una larga cola conduce a la puerta central del bus. En eso, llega el Expreso y el gusano de gente se agita y avanza como un reptil en fuga; a tal punto que uno debe correr para evitar ser empujado por las decenas de pasajeros que pugnan por subir.
"Peruanísimos" haciendo cola
Una vez a bordo, las personas sudorosas y jadeantes, tras disputarse hasta el último recodo del bus, empiezan el difícil ritual del reacomodo; se oyen los típicos “permiso”, “¿podría poner su brazo más allá, por favor?”, “amigo, abre esa ventana”, “¡Ayyy, señor, me está apretaaaandoooo!”

La mayoría culpará al servicio por llegar tarde al trabajo



Por mi parte, yo llego al bus con los zapatos pisoteados, el cabello desordenado y los documentos del portafolio totalmente estropeados, pero tranquilo. No me preocupa en absoluto la hora, porque sé que llegaré diez minutos antes de las ocho. Pero no sé por qué empiezo a contagiarme de un estrés ajeno. Y, claro, los pisotones, empujones y los “carajo, avanza pues” como que me agrian la mañana.

Me pregunto: ¿Si estas personas hubieran salido de casa A TIEMPO, tendrían tanta prisa? ¿ES JUSTO QUE YO -y los demás que sí salieron temprano de sus hogares porque se acostaron temprano el día anterior y tuvieron todo listo en el momento adecuado- SEAMOS VÍCTIMAS DE LA IRRESPONSABILIDAD DE LOS QUE CULTIVAN LA “HORA PERUANA”? ¿Tienen esos señores algún derecho de inundar el Expreso con el hedor de sus axilas y la acritud de su carácter?

En todo Expreso hay oradores. Son los maestros del verbo florido, de la frase exacta, de la filosofía a flor de piel. Son los que siempre tienen un “Póngase la mochila adelante, para que deje pasar”, o un “Apúrese pues, chofer, no hemos venido a pasear, tenemos que llegar al trabajo”, bajo la manga para cuando la situación lo amerite. Es decir, cuando uno está a punto de llegar tarde al trabajo -quizá por segunda o tercera vez en la semana- hay que desquitarse con alguien. Claro, y qué mejor que con aquellos que “todo frescos”, viajan despreocupadamente como si de un paseo se tratase.

Lo peor es que hay más irresponsables esperando en cada una de las tres paradas que hace el Expreso antes de llegar a la Estación del Centro Cívico. Cuando el bus para -digamos, en la estación UNI-, una horda de “peruanos de corazón” brega por ingresar a como dé lugar a la unidad. Se oyen desde afuera los típicos “Avancen, por favor”, “Todos queremos viajar”, “Está vacío al medio, muévanse”. No faltan las ocasiones en las que el bus no puede avanzar por culpa de un viajero persistente que se niega a despegarse de la puerta.
Escena típica de un Expreso lleno de "peruanos de corazón"
Le habla, querido lector, uno de esos despreocupados viajeros que SÍ PLANIFICA SU TIEMPO CADA DÍA. Uno de esos que usted empuja y pisotea en la cola; uno de esos que odia que usted abra la ventana del bus para ventilar sus hediondas axilas mientras penetra el frío mortífero del invierno a nuestros pulmones. Le habla, en suma, alguien que quisiera hacer el papel de su conciencia.

Cambie, amigo. No sea estúpido. ¿Se da cuenta de todos los problemas que genera usted por su cínica indisciplina? Acuéstese temprano, salga tempranísimo de casa al día siguiente y verá que ese viaje rumbo al trabajo será un motivo de placer no solo para usted sino para los demás. No necesitamos que alguien ponga la palabra ORDEN en nuestro escudo nacional para que empecemos a cultivar este principio tan importante. ¿O sí?


El Metropolitano simplemente refleja cuán puntuales somos los peruanos

2 comentarios:

  1. aunque solo he subido una vez a este medio de transporte, ya he vivido esta situación, ojala que no se vuelva de uso masivo o se sobre cargara y en ese momento habran serios problemas

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