jueves, 15 de septiembre de 2011

KIEDESCEPCIÓN

Algo no anduvo bien la noche de ayer -miércoles 14 de marzo- en el primer concierto que los Red Hot Chili Peppers ofrecieron en nuestro país ante 40 mil almas. El Estadio, perfecto; el público, rendido; el clima, ideal. Inclusive, un ojo amarillo intenso que parecía una luna vigilaba la noche desde lo alto del firmamento.

El guitarreo empezó como a las seis y media. No se puede exigir a una banda telonera que ponga a delirar a la muchedumbre, de modo que la performance de Foals estuvo muchos puntos por encima de lo que realmente esperaba la gente. Hasta que a las 9 y 10 p.m. aparecieron las siluetas de los cuatro ajíes gringos en el escenario. La ovación hizo temblar los vidrios de los palcos.

Kiedes: ¿héroe, patán o ambas cosas?
Los más fieles seguidores de la banda -entre los que me incluía hasta anoche- esperábamos que abrieran con By the way, que es una celebración de aquellos que hacen la cola para ver el show; sin embargo, Kiedes y compañía abrieron con The Kingdom of the roses, lo que amainó en cierto modo el éxtasis que muchos conteníamos. Luego, siguió una retahíla de temas del nuevo disco, donde se percibe nítidamente -bajo una mirada analítica, claro está- la escasa presencia del nuevo integrante, el joven guitarrista Josh Klinghoffer, con algún punteo o riff que permita olvidarnos del exiliado Frusciante aunque sea de mentira.

Otro delito: tocaron la balada Under the Bridge en cuarto o quinto lugar, como si se tratara de una canción más. Cuando llegaron por fin a Californication, se notó la precocidad de un Klinghoffer que jamás encontró en el diapazón los acordes del punteo. Debacle.

Nunca interpretaron Other side (delito de lesa humanidad), Scar Tissue ni The zephire song. También omitieron Paralell universe (malditos bastardos). Es cierto, el tour promociona el nuevo disco, pero ¿qué hay de quienes pagamos una entrada y nuestras ambiciosas expectativas? ¿No interesa para nada el espectador? A mí esto, francamente, me huele a estafa. ¿Qué otro aroma tiene para usted?

Y es que Kiedes piensa que el adjetivo "cholito" tiene un sentido despectivo y es aplicable a TODOS LOS PERUANOS. Se equivoca usted, señor Kiedes, crasamente. ¿Cómo pudo dejar fuera temas tan representativos de la banda? Yo le diré cómo. Es que usted no conoce a sus fanáticos peruanos. Cree usted que nosotros jugamos béisbol, o que bailamos tango o que premiamos a las mejores escuelas de samba cada febrero.

Le doy un consejo, señor Kiedes: no improvise el setlist en pleno concierto. Cada vez que terminaba una canción, usted se acercaba a Chad a ordenar el siguiente tema; se pasó toda la noche haciendo un concierto A SU MANERA y encima se retiró sin despedirse. El público lo esperó por algunos minutos, creyendo que usted tendría la decencia de volver y decir good bye. Pero, por lo visto, estaba usted muy apurado.

Me retiré del estadio con un resquemor en el ánimo. Me dieron ganas de patear algunos cerebros. Miré al cielo y no sé por qué se me antojó que la luna se reía. No sé, a esta hora, si seguiré siendo un Red Hot Chili Peppers fan anymore. See you soon.